Hoy, hemos leído la entrevista a D. Eduardo Gil, médico, vicepresidente de la Asociación de Medicina estética de Castilla- La Mancha, publicada por el diario La Tribuna de Albacete el pasado día 1 de octubre y nos sentimos – me siento- profundamente consternada, disgustada y preocupada por un mensaje, a mi juicio, rotundamente falso y altamente irresponsable que el entrevistado lanza a la población, con una afirmación de intrusismo que dirige a los enfermeros y enfermeras dermoestéticos en el ejercicio de su profesión.
Debemos por tanto, en aras a la verdad y el rigor, señalar cuál es la situación legal y profesional hoy, en este campo, pues leyendo las afirmaciones de este médico, tengo la impresión de estar en otro siglo o, simplemente, de leer unas palabras intencionadas y dirigidas a mantener la exclusividad empresarial en la oferta de un servicio.
Curiosa también la mención a la colaboración de la Inspección provincial de Sanidad de la que dice “que se portan genial”. Reconocimiento al que nos sumamos en el control de centros irregulares, sin licencia o donde se hacen intervenciones por personas sin titulación o autorización, lo que supone un grave riesgo de salud y que combatimos todas las profesiones sanitarias. No es el caso de las licencias para el funcionamiento de nuestras consultas enfermeras U-2 ni de las médicas U-48. Las enfermeras no trabajan de manera clandestina en “sus casas”, ejercen su profesión en centros sanitarios y en consultas autorizadas por la Delegación de sanidad.
Sr. Gil, la Enfermería es una profesión sanitaria, titulada, regulada y colegiada en idéntica condición a la Medicina que es la suya.
Las enfermeras, con su ejercicio profesional dan una respuesta profesional y de calidad para el cuidado de los aspectos físicos de la piel y para la mejora de la percepción de la propia imagen de la persona atendida.
Para este cometido, tras el Grado universitario cursan el Máster de postgrado y participan de su Sociedad Española de Enfermería Dermoestética, dado que ni en Medicina ni en Enfermería tenemos reconocida, todavía, esta Especialidad en las Ciencias de la Salud.
Respecto al uso de medicamentos y productos sanitarios, cuyo detalle sería muy extenso, baste con recordar que la legislación española y la europea autorizan a los enfermeros para que, de forma autónoma, puedan indicar, usar y autorizar la dispensación de todos aquellos medicamentos no sujetos a prescripción médica y de todos los productos sanitarios relacionados con su ejercicio profesional.
Pero, más allá de su escaso conocimiento o su intencionalidad, lo más grave de su declaración es la afirmación de intrusismo que atribuye a las enfermeras. Esto es la atribución de un delito. Y, en este punto, le exigimos la inmediata rectificación pública en el mismo espacio y medio en el que se ha producido y le comunicamos que, en caso de no producirse, nos reservamos cuantas acciones legales estimemos pertinentes en defensa del honor de nuestros colegiados.
Fdo. : Concha Piqueras Ramos.
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